Diferentes rostros, muchas historias de vida y un verdadero talento… el de Alejandra Giraldo.
En su recorrido como actriz de la televisión colombiana, Alejandra Giraldo se ha destacado por su capacidad sorprendente para transformarse de papel en papel hasta el punto de volverse irreconocible ante un público que la ha visto pasar de estudiante ingenua a mujer fatal, de misteriosa prostituta a universitaria rebelde, de víctima de violación a peligrosa delincuente; proyectando siempre ante las cámaras esa cualidad camaleónica que la ha convertido en una de las apuestas más interesantes de la nueva generación de actores nacionales.
A los 7 años de edad, Alejandra Giraldo le prometió a su mamá frente a una pantalla de televisión que ella sería una gran actriz y desde entonces, ese compromiso la ha acompañado siempre en los mejores, y los peores, momentos de su vida; desplazada por la violencia que sacudía a su pueblo natal, Cocorná, en Antioquia, ella viajó a Bogotá hace 13 años para estudiar actuación y desde ese momento, la interpretación ha sido el motor, el sueño y la pasión que da sentido a su vida.
Muchos personajes diferentes con una sola característica común: el talento sorprendente de esta actriz paisa, capaz de transformarse en cada aparición al punto de volverse prácticamente irreconocible ante el público e incluso ante sus compañeros de actuación.
Hace poco, Alejandra protagonizó una producción fotográfica donde desplegó nuevamente toda esa creatividad natural para rendir homenaje a uno de sus personajes favoritos: la pintora mejicana Frida Kahlo y recrear además la sensualidad española de Penélope Cruz.
Una mujer y 17 hombres
Esa versatilidad que identifica a Alejandra como actriz se extiende además a su faceta como empresaria; consciente de la inestabilidad económica en el mundo de la actuación, ella creó su propia línea de bici taxis: un transporte público, económico y ecológico, donde coordina exitosamente un equipo de 17 hombres que respetan su liderazgo en las vías capitalinas y se enorgullecen de sus éxitos en los estudios de televisión.
Disciplinada, carismática y explosiva: así es Alejandra Giraldo, la artista camaleónica que sueña representar en el cine a la pintora mejicana Frida Kahlo e incluso llegar a ganar el Oscar de la Academia como lo hiciera otra famosa latina: Penélope Cruz.
Por el momento, se ha ganado ya el
respeto del público colombiano gracias a su versatilidad natural y a esa
extraordinaria capacidad de convertirse en tantos personajes opuestos cada vez
que aparece frente a una cámara.