Dormir mal afecta la vida cotidiana
Celebrando el Día Mundial del Sueño e intentando generar conciencia de la importancia del buen dormir y su impacto en nuestra vida diaria, Emma – The Sleep Company ha llevado a cabo su propio estudio de sueño en tres de sus mercados más grandes para comprender mejor los hábitos y problemas a la hora de acostarnos.
La investigación, que tuvo lugar en Alemania, Francia y el Reino Unido, ha revelado que menos de la mitad de los encuestados (47%) calificarían su sueño como bueno o excelente, lo que significa que la mayoría de la población requiere de ayuda extra para dormir bien por la noche.
Aunque las causas varían, parece haber tres aspectos en común entre el grupo de personas con un mal dormir: un tercio (37%) de los encuestados admitió que tiene dificultades para conciliar rápidamente el sueño. Además, la mitad (52%) confesó que cuando finalmente duermen, se despiertan a menudo durante la noche. Por último, el (51%) también admitió que la ansiedad es el factor que afecta en gran medida su sueño.
Si bien esto es algo común en el estilo de vida rápida y “siempre activa” que las personas están llevando, el sueño es tan importante para la salud y el bienestar, como una buena dieta y una adecuada actividad física. De hecho, esto es evidente en el estudio del sueño de Emma que ha analiza la forma en que la vida cotidiana se ve afectada por la falta de sueño:
Un tercio (32%) de los encuestados estuvo de acuerdo en que sus vidas diarias se vieron afectadas por sus patrones de sueño, y uno de cada cinco (18%) no pudo llevar a cabo sus tareas normalmente después de sólo unas pocas horas de sueño. Sorprendentemente, más de la mitad (55%) de los encuestados admitieron sentirse somnolientos al completar las tareas diarias al menos una vez a la semana.
Ahora bien, no solo la capacidad para llevar a cabo las responsabilidades del día a día se ve afectada. También, la resiliencia emocional lo hace: una cuarta parte de las personas (24%) se sienten menos en control de sus emociones después de una noche de insomnio, además de sentirse menos capaces de tomar decisiones racionales (26%). Destacando un círculo vicioso, el 18% de los encuestados admitió haber experimentado ansiedad después de una noche de insomnio, lo que luego podría contribuir a la misma ansiedad a la que las personas culpaban anteriormente como factor que afectaba su sueño.
Al profundizar en el estudio del sueño de Emma, las razones por las que las personas luchan por dormir bien se vuelven más evidentes a medida que comienza a pintar una imagen de nuestros hábitos a la hora de acostarse. La gran mayoría (75%) de los encuestados admitió no tener rituales antes de hacerlo, lo que podría ser clave para crear una rutina que indique a nuestro cuerpo que es hora de dormir.
Sin duda, es preocupante que la mitad de las personas pasan su tiempo antes de ir a la cama conectados a sus teléfonos, tabletas y viendo televisión. Y aunque se informa ampliamente que crear un santuario en el dormitorio y usarlo únicamente para dormir y tener relaciones sexuales puede contribuir a dormir mejor cada noche, un sorprendente 60% de las personas con las que Emma habló no estuvo de acuerdo en que su habitación podría considerarse como “un verdadero santuario” y un tercio (33%) admitió hacer otras cosas en la cama, como estudiar o comer.
Verena Senn, neurobióloga y jefa de investigación del sueño en Emma – The Sleep Company, explicó por qué descuidar nuestras rutinas de sueño y continuar con los malos hábitos a la hora de dormir podría ser perjudicial para nuestra salud: “El sueño juega un papel vital para mantenernos en forma y saludables. Cuando duermes mucho te despiertas siendo la mejor versión de ti mismo, pues le has dado a tu mente y cuerpo el tiempo que necesita recargarse y despertar sintiéndote renovado”
Y aconsejo asociar el dormir como la fuente de recarga de para una batería: “Cuando la batería está completamente cargada, tiene la energía positiva necesaria para rendir al máximo y eso es lo mismo que pasa con nosotros, cuando estamos completamente descansados y recargados, tenemos la energía positiva y la motivación para desempeñarnos bien en todas las áreas de nuestras vidas”.
Incluso, una buena noche de sueño puede estar relacionada con el éxito profesional y la riqueza. Entonces, el dormir como cualquier parte fundamental de la rutina merece tiempo, esfuerzos y hábitos; de una buena higiene del sueño depende las actividades, energía y estado de ánimo con el cual se enfrenta el día a día.