Argentina se puede descubrir a través de sus patrimonios
Argentina es un país inmenso con cientos de opciones diferentes para recorrerlo, a través de su deliciosa gastronomía, sus ciudades históricas, su cultura única y los increíbles paisajes naturales. Pero una de las propuestas más originales es conocerlo por sus patrimonios de la humanidad, que reúnen todas esas opciones típicas del país vecino.
Desde 1981, la UNESCO declaró en total once espacios protegidos en el suelo argentino, que son imperdibles. Desde el norte y hasta el sur, estos lugares están marcados por la magia de la Cordillera de los Andes, el legado de los pueblos originarios, fósiles milenarios y la majestuosidad de la naturaleza en todo su esplendor.
La naturaleza como patrimonio
En el Parque Nacional Iguazú, la naturaleza es protagonista con los 275 saltos de agua de la catarata del Iguazú, que deja atónitos a los visitantes. El más imponente es la Garganta del Diablo, que con sus 30 pisos de alto y 150 metros de ancho arroja la cantidad de agua suficiente para llenar 36 piscinas olímpicas en 1 minuto.
Entre pasarelas, se puede caminar para apreciar de cerca el espectáculo y disfrutar del paisaje de la blanca espuma acompañada por el intenso verde de la vegetación de la selva húmeda subtropical, donde viven tapires, osos hormigueros gigantes y jaguares.
Parques Talampaya e Ischigualasto
Millones de años de historia viven entre las tierras desérticas de los parques Ischigualasto y Talampaya, en las provincias de La Rioja y San Juan. En ellos se encuentra el conjunto continental de fósiles más completo del mundo correspondientes a dinosaurios y plantas que vivieron durante el periodo Triásico.
Pero los hallazgos paleontológicos no son lo único que los hace imperdibles: los paisajes formados por los cañones y las piedras de formas extrañas lo vuelven único.
Península Valdés
Los animales de Península Valdés son un espectáculo imperdible. Las orcas con su técnica única en el mundo para cazar, el varamiento intencional, y las colonias de lobos y elefantes marinos completan los atractivos de este patrimonio.
Las excursiones acuáticas como el buceo o el snorkeling son la propuesta más aventurera para vincularse con estas increíbles especies en su propio hábitat. También se las puede conocer desde los miradores dispuestos cerca de las colonias.
Parque Nacional Los Alerces
El bosque virgen y su tranquilidad son protagonistas entre las montañas y lagos del Parque Nacional Los Alerces, en la Patagonia argentina. Este bosque, llamado Alerzal Milenario, es el más antiguo de Sudamérica y en él vive “Abuelo”, un árbol de más de 2.600 años y 60 metros de alto que todo viajero debe conocer.
Para disfrutar de este lugar se puede hacer trekking, kayak o cabalgatas y, para vivir la experiencia completa, se puede pasar la noche en un hospedaje en medio de estos majestuosos paisajes contorneados por las aguas cristalinas de los lagos, el verde de estos árboles y la magia de los Andes.
Los Glaciares
El Parque Nacional Los Glaciares es el testigo más extenso que queda en el Planeta de la Edad de Hielo Actual. Luego de las glaciaciones, estos gigantes quedaron entre las montañas a las que fueron erosionando, como enormes ciudades blancas rodeadas por hermosos lagos de intensos azules.
Los imperdibles son hacer una caminata sobre el Glaciar Perito Moreno y conocer al segundo más grande del hemisferio sur y más largo de Sudamérica, el Glaciar Viedma.
Un patrimonio natural y cultural
Como parte del Camino del Inca, La Quebrada de Humahuaca guarda entre los colores de la Cordillera de los Andes las culturas milenarias de los pueblos que la usaban como vía comercial hace 10 mil años.
Las experiencias excepcionales deslumbran en este valle, donde degustar unos tamales o caminar por las callecitas silenciosas de Purmamarca, escuchar carnavalitos en Tilcara o dejarse llevar en la Serranía del Hornocal son algunos de los atractivos imperdibles.
Los patrimonios de las misiones jesuíticas
Las ruinas de los pueblos fundados por la Compañía de Jesús en el siglo XVII y XVIII en la selva tropical permiten a cualquier visitante imaginarse cómo era la vida allí, entre los sacerdotes europeos y los pueblos originarios guaraníes. En Argentina se pueden conocer las misiones de Nuestra Señora de Loreto, Santa Ana y Santa María la Mayor, pero la que mejor se conserva es la de San Ignacio Miní.
En Córdoba las misiones también dejaron huellas de su paso en La Manzana y Estancias Jesuíticas. La universidad, la iglesia, la residencia de los padres jesuitas y el colegio Montserrat reflejan su paso por la capital provincial, mientras que en el camino de las Estancias Jesuíticas se pueden conocer los cinco establecimientos agropecuarios y manufactureros que forman parte del patrimonio: Alta Gracia, Santa Catalina, Jesús María, La Candelaria y Caroya.
Cueva de las Manos del Río Pinturas
Entre los años 13 mil y 9.500 a.C, los habitantes del noroeste de lo que hoy es la provincia de Santa Cruz, dejaron su huella en la Cueva de las Manos Río Pinturas. Con pigmentos minerales naturales, plasmaron sus manos sobre la roca, trazaron escenas de cacería y siluetas de guanacos, animales que todavía viven en la región.
Conocer estas pinturas rupestres es una experiencia imperdible ya que son únicas en el mundo.
Qhapaq Ñan – Sistema vial andino
Sería difícil definir con palabras lo impresionante del Sistema vial andino Qhapaq Ñan, ese gran camino de 30.000 kilómetros construido por los Incas entre las montañas durante varios siglos, valiéndose de infraestructuras creadas por otros pueblos.
En Argentina, se encuentra con el imponente espectáculo de desiertos, valles y montañas, a lo largo de siete provincias bordeando la Cordillera desde Jujuy hasta Mendoza. Atraviesa 32 sitios arqueológicos y algunos de los puntos más recomendados son el Puente del Inca, la Quebrada Grande y Santa Rosa de Tastil.
Un patrimonio arquitectónico
En un paisaje bien urbano de la ciudad de La Plata, se encuentra otro Patrimonio de la Humanidad, declarado como tal por su contribución excepcional al Movimiento Moderno. La casa del Dr. Curuchet fue diseñada por el internacionalmente reconocido arquitecto suizo-francés Le Corbusier y se ha convertido en el Museo Provincial de Arquitectura y Urbanismo.
Algunos de sus rasgos más característicos son un árbol especialmente plantado en el patio que atraviesa la casa y forma parte de su interior y las vistas a una plaza y el bosque desde los principales ambientes.
Un destino único
Cada patrimonio de la humanidad en Argentina es imperdible y, con el tipo de cambio favorable, llegar a ellos es muy simple: al ingresar a la Argentina es necesario presentar la certificación de que se ha completado la vacunación y un seguro de salud Covid-19. Quienes llegan desde un país no limítrofe, también deben contar con un pcr negativo o un test de antígenos de hasta 48 horas o un PCR negativo practicado hasta 72 horas antes de iniciar el viaje. Todos los turistas deben completar y descargar una declaración jurada en https://ddjj.migraciones.gob.ar/app/home.php.