La baja temperatura incrementa los accidentes de tránsito y reduce la capacidad de reacción del conductor.
Las condiciones de temperatura de la atmósfera influyen directamente en la capacidad y comportamiento del conductor, sea de automóvil o moto. De hecho, sea por excesivo frío o calor, se incrementan los errores en la conducción y los accidentes tanto por agarrotamiento como por adormecimiento.
Por cierto, está demostrado que cuando la temperatura en el interior del habitáculo o en moto es inferior a 10°C, el ser humano tiende a adormecerse y sus extremidades a agarrotarse, con lo cual se puede capacidad de reacción frente a un incidente.
Así mismo, cuando es superior a 24°C se reduce la atención y se incrementan los accidentes, y a más de 35°C, el conductor presenta síntomas similares a los que tendría con una alcoholemia de 0,5 miligramos en sangre.
LA TEMPERATURA EN LA CONDUCCIÓN
La sensación térmica que soporta un conductor se define como aquella que depende de la temperatura exterior, la superficie del vehículo expuesta a las radiaciones solares, el calor del medio ambiente y la calidad y el color de ropa que porta.
Conducir un automóvil o moto con una temperatura extrema induce a la fatiga porque el cuerpo humano, al tener que regular la temperatura corporal el cerebro se ralentiza, es decir, se reducen considerablemente algunas reacciones.
Además, el calor, o el frío, intenso es un factor potenciador, es decir, incrementa cualquier alteración o síntoma que pueda tener el conductor. Por ejemplo, si tiene sueño, con temperatura de menos de 10 grados y de más de 30 grados, tendrá más. Adicionalmente, se disminuye la atención en la conducción, la asimilación de información y la agudeza visual, se incrementa el tiempo de reacción y la agresividad, especialmente si la temperatura se mantiene por largo tiempo.
Investigaciones de Cesvi Colombia han demostrado que a menos de 10°C y a más de 30°C las fallas en la conducción crecen en un 20% y el tiempo que se demoraba el conductor en reaccionar aumentó en un 22%; así mismo, a 90 km/h y expuesto a temperaturas extremas, un conductor promedio alcanza a recorrer una distancia de 41 metros antes de accionar el pedal del freno, mientras que manejando con una temperatura de habitáculo óptima (entre 19°C y 24°C) realizaría esta acción después de haber recorrido 25 metros.
Cuando existe mucha humedad (producto de lluvia o temperaturas muy bajas), también se presentan problemas de visibilidad debido al empañamiento de los vidrios del vehículo. Esto se corrige utilizando el sistema de aire acondicionado, ya que deshumidifica al interior del habitáculo.
EL AIRE ACONDICIONADO Y LA ROPA ADECUADA COMO ELEMENTOS DE SEGURIDAD
El sistema de ventilación y el aire acondicionado en los automóviles pasó de considerarse un lujo a convertirse en un importante sistema de seguridad activa. Es un sistema integrado que proporciona enfriamiento, calentamiento, descongelación, eliminación de neblina, filtrado de aire y control de humedad para la comodidad de los ocupantes y además contribuye directamente en la seguridad del vehículo, de tal forma que actualmente en más de 350 millones de vehículos a nivel mundial se utiliza este control de temperatura.
Por su parte, el adecuado vestido del motociclista, que incluye Casco, chaqueta con protecciones y chaleco térmico, guantes, pantalones con protecciones y botas, también protegen al motociclista de las temperaturas extremas y, en consecuencia, lo mantienen a la temperatura ideal para que pueda reaccionar rápidamente frente a eventualidades en la vía.